Amo la vida, sin mucho empeño solo necesario,
Sin ornato petulante, sencillo y práctico,
Sin envanecerme solo pido donde guarecerme del frío,
Amo la vida, sin mucha vanidad,
Aspiro lo suficiente en mi humildad,
Si debo alguna vez caminar descalzo,
Descalzo andaría con total desembarazo.
Soy a modo idealista de mis razones
No contemplo sueños imposibles,
Ni acostumbro sosegar mis derrotas
En las culpas de otras personas,
No dudo en la existencia sobre quien postrase
Sobre el altar de la vida pido solo bendiciones en donde calmarse
Las heridas de mis andanzas y otras tantas ajenas,
No me considero superficial ni de cadenas,
Me gusta auspiciar la belleza
En la sutileza de la naturaleza,
Verme extasiado en los atardeceres y los amaneceres,
Así soy sin muchos donaires
Escribo sin considérame
Que mi verdad es absoluta y sin muchos aspavientos proclame
Que la verdad es la vida de quien la clame total
Verla del color con que se mira el cristal,
Así sencilla y a groso modo es mi doctrina elemental.
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