martes, 10 de mayo de 2011

Amoríos....


Amoríos...

“A la mucama de mis ojos”



La calleja de tu rumbo

diariamente secuaz de tu andar

pasas echando un reojo furtivo

y mis ojos te persiguen hasta perderte

donde el horizonte te esconde.

Y pasas diariamente sin que manifiestes

de tus labios palabra,

es tu corazón algarabío

como decibeles enloquecedores

al son de mi coqueteo impertinente

y tu sonrojo de timidez.

Y esperarte donde se vierten

las enredaderas de tu pelo

con el jugueteo de mis manos,

sobre la esquina idílica

el beso robado se apresure

y tu caminar se apretuje

en los tacones de tus zapatos.

Y de cada mañana esperarte

de rutina sobre mi muñeca

impaciente el segundero

y anhelante mi corazón.

Segura de tus pasos aligerados

Con la sonrisa picara naciendo

Como polluelos volando por doquier

Delata la maestría de las doñas enamoradas.

Tus labios ya no silencian mi cortejo

Y tu risa trigueña se tatúa en mi cara

Salpicada de tu alegría

Y el guiño coqueteo perdido de inocencia

Se entrelaza con las manos

hasta tu morar enardecido.

Afanes De Poeta...


Reparo la menudencia escondida
Donde la trivialidad mundana
No detallan los ojos la exuberancia.
Detallo el pedrusco y la flor,
Lo imaginable y lo abstracto,
El corpúsculo invisible,
La brizna escondida de cada cosa,
Y por ser poeta acaso
Y por tener al aire los sentidos,
Acaso por tener vida
Tenga abierta las puertas
De la contemplanza divina,
Acaso sea bendecida por una pizca
La sangre lírica de mis venas
Y me vea involucrado por mi pluma
Y repare en verme seducido
En buscar donde ciegos los ojos extraños
Vería yo la luz extraordinaria.
Acaso sea esto una dote innata
Del que nace señalado
De ser rico entre la pobreza
Y recoger el patrimonio orgulloso
En los confines de una cuartilla.
Pero soy poeta de carrera empírica
Y puede que mis rimas
Suenen insulsas y desprovistas
De alguna genialidad,
Puede ser que mi anonimidad
Sean como epitafios de mi carrera
Y quizás alguien llegase a recordarme
Y se detuviera al decir:
Helo aquí muerto este individuo
Este amigo sin consagrar,
Este extraño que de su pluma
Acaparo su inédito afán,
Por ser bardo entre terrenales
Fue un poeta a corazón abierto.

De: William Cerdas Logan

Amor Natural


Nos es preciso que derrames
Lágrimas sobre el espino
Ni precisas deshojar pétalos de margaritas
Para adivinar mi querer,
No precisas deambular sobre la luna
Y aullarle tus plegarias de amor,
No precisas desnudarte en los mares
Donde mis mares confluyen perversos,
Ni precisas detener los días de primavera
Para acicalarte con coronas de arcoíris,
Ni preciso vestir tu cuerpo de vicuña
Ni de hilos de oro ni de plata,
Ni que sea tu cuerpo imagen perfecta,
Ni que tu piel
Depure exuberante suavidad
Para que demuestre tu juventud,
Ni preciso que te precipites
Con ahínco compulsivo al espejo
Buscando verte fastuosa
Perfumada con aromas de chanel
Que natural y original
Sin bisturís ni rellenos
Ni tantas vanidad supercial
Que las siliconas son exclusivas
Para mampostería.
Y me gustas así,
Sencilla…
Sin tanto artificial,
Ni que finjas poses
Para ganar mi atención,
Así natural y precisa
Engalanarías mejor
La Perfecta postal
De mi amor natural.

Lisonjas Mentales...

Las hojarascas del tiempo recorren fecundas

Mi frente quemando urgidos

De plácemes el alboroto de los recuerdos.

Enhorabuena es mi lisonja mental

Como arañando los parpados

Pueda acercarla un momento

En el hueco de mis pensamientos.

Bienaventurada es la llegada descabellada

El acaso fortuito de mi hurgar

Mientras cándido me dibujo

Un sonrisa a la hora de mi dormir.

Y créanlo amigos que la necedad

Me sugiere abarcarla por entera

Y conmovido me nazca el velo

De la nostalgia

La especulación incesante de algún recuerdo

Anclado en las arenas de mi playa

Naufrague en la dicha de recordarla.

Tu Aureola Inseparable....


Dejarme aparcarme muy cerca de tu espalda,
Morar donde anidan tus sueños e ilusiones,
Ser el habitual de tu mundo completo
Y el ocaso cuando se apaguen tus ojos.

Déjame matinal ser tu decisión primera
Como la energía que te colme el cuerpo
Ser la razón por la que vives
Aferrada a tu estrella amada.

Déjame ser la aureola inseparable
Que desvive tu cuerpo y pensamientos,
Sin cuestionamientos ser la plusvalía
De tu inmenso corazón…
Déjame por fin
Ser tu punto de partida y de llegada vida mía.