sábado, 10 de julio de 2010

De Un Hilo Presto A Cortarse...



















Sus lágrimas son el martirio que cuelgan en sus mejillas,
Un calvario que sepultan sus alegrías,
Todo se tiñe sombrío como el gris melancólico de sus ojos,
Todo es quebranto como el llanto ahogado de su desesperación,
Como el desdén que la vida ve,
Malgastando el aliento en lo fútil de las esperanzas
De engañar la realidad y pensar que todo sigue igual.

Ha muerto y te dejado sola,
No hallas un momento que no te acuerdes él,
Que la costumbre se llega amoldar a nuestras vidas
Cuanta verdad se asoma cuando los años han sido
Testigos de tantos momentos felices…

Pero él ya se ido,
Se ha ido y te quedas con la carencia de su voz,
Y ya a muchos años cuando los días despertabas
Con la rutina incorrupta de ser la ley
Decirte unos buenos días y un beso afectuoso…

Pero hoy despiertas sola,
Y la cama parece una sabana extensa,
Las mañanas carentes del condimento
Tan especiales les daba su sabor,
Como confeti de festejo,
Como romerías de risas,
Como el optimismo impregnado
Como los rayos del sol mañanero,
Como las noches parloteadoras del diario vivir
Te oía mientras la televisión apagaba.

Son pocos los días de su ida,
Han quedado colgado su camisa con su olor en la repisa,
Ha quedado sus libros y hasta el diario tal como los dejó
Y hasta el último verso aun sin completar en su libreta
Sigue todo como la vida suspendida en en el tiempo
de un hilo presto en cualquier momento a romperse.

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