lunes, 19 de julio de 2010

Mi Flor Bella




















Nada ha quedado después de la tormenta

Solo quedan escombros por donquier

Y ya en fondo, donde nadie se atreviese

A prestar atención hay una pequeña flor

Que gobernaba todo el escenario azorado.

El azul de aquella flor pareciera robado

Del mismísimo cielo, no cabía duda que era hermosa,

Hermosura sobrenatural cual estampa de un portal,

Y me acerque en silencio, asechando

Como animal en sigilo presto a su caza,

No importaba la prisa, dejaba que mis ojos fuesen

Poco a poco deleitándose con aquel asombro

Del que mira por primera vez algo nuevo,

Allí estaba, aparentaba delicadez, mas fue

La única en permanecer en pie,

Allí extasiado la contemplaba,

Orgullosa después de semejante holocausto,

Y quise llevarla donde siempre estuviera para mí,

Donde nadie me robara sus encantos,

Donde nadie tuviera el osado atrevimiento

De deshojar uno a uno sus bellos pétalo

Color azul celestial…

Y una mañana fue mi desconsuelo

Ya no lucia hermosa y radiante,

Pareciera que su alma ajada y desmejorada

Ya no me diera lo que mi pobre corazón ansiaba,

Por más que quise abonar sus raíces

Ella ya no respondía a mis cuidados,

Afanosa y rebelde no me dejaba

Intuir los caprichos de mis intentos vanos,

La fui perdiendo sin poder remediar nada,

Una mañana con la intención de prestarle luz

A sus descoloridos pétalos la deje en el marco

De mi ventana,

Y cuál fue mi asombroso

Que un día cualquiera alguien me robo su amor…

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