Unas cuantas cosas era nuestro capital,
Había algo más importante que no me cuestionaba,
Realmente me parecía secundario
La carestía de lo material
Sabiendo que lo importante según yo
Era tenernos el uno para el otro
Donde el amor alimentara lo que yo no podía darte.
Quizás en algún momento
Tus metas bifurcaron con las mías
Y ya no era yo el eje de tus sueños.
Quizás mis años de más
No bastaron para darte lo que ansiabas,
Tal vez tu juventud pujante
Se canso de verme allí envejeciendo
Y tú, flor buscando la luz del sol
Donde diera plena para abrirte rebosante
Tus pétalos frescos a la vida que empezabas a vivir.
Y fui obstáculo y estorbo
Y una tarde decidiste que era ya oportuno liberarte,
Y me quede solo lamiendo mis heridas
Como un perro viejo, ciego y desorientado
Buscando un norte para encontrar un poco de auxilio.
Y escape lejos, muy lejos de ti,
Donde el recuerdo no me martillara el pensamiento,
Y quise olvidar y estuviste allí siempre presente
Y entre cenizas y escombros renací,
Donde muchas noches las lagrimas
Acompañaron un desvelo en soledad…
Pero sobreviví y ufana la dignidad
Te digo que te deje de amar
Pero el recuerdo sigue allí…aun vivo.
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